
El estadio Olímpico Atahualpa fue «Casa de la Selección» por cinco ciclos mundialistas seguidos (del 2002 al 2018), siendo escenario de gestas inolvidables y tres clasificaciones al torneo más importante del mundo.
Lamentablemente, el «Coloso del Batán» atraviesa por el peor momento desde su inauguración, producto del abandono estatal y de sus principales responsables (Concentración Deportiva de Pichincha).
El día hoy causó mucha repercusión la clausura de este histórico escenario deportivo, debido al almacenamiento irregular de tanques de gas y faltas a la normativa contra incendios.
La Agencia Metropolitana de Control (AMC Quito) clausuró el Olímpico Atahualpa, detallando que este tipo de incumplimientos constituyen una infracción muy grave, según lo establecido por el Código Municipal.
A más de estas infracciones, el Olímpico Atahualpa presenta graves fallas estructurales y un mantenimiento paupérrimo. Varios medios y colegas han evidenciado lo descuidado y sucio que luce actualmente este histórico escenario.
De acuerdo a centenares de expertos, el Olímpico Atahualpa (inaugurado en 1951) ya cumplió con su vida útil, recomendando su demolición total.
Empresarios, Ministros, Alcaldes y Presidentes de la República han presentado «proyectos» para un nuevo Olímpico Atahualpa, pero hasta el momento ninguno se ha cristalizado.
Por este motivo, la selección ecuatoriana ha tenido que buscar una nueva casa, jugando los dos últimos procesos eliminatorios en estadios como el Rodrigo Paz Delgado y el Monumental de Guayaquil.
La AMC Quito brindará una rueda de prensa el día de mañana (10:30) para dar a conocer más detalles sobre esta clausura y el tiempo de la misma.